En 1450 se fundó la Hermandad de la Santa Faz, en el convento del Valle. La de la Coronación lo haría en 1540, en San Martín. Ambas corporaciones se fusionarían en 1590 en el convento del Valle. Al cerrarse al culto en 1810, se produjo el traslado a San Román y, posteriormente, a San Andrés. En 1892 se traslada a la iglesia del Santo Ángel y en 1970 a la de la Anunciación

El paño de la mujer Verónica que va en el segundo paso, cada año diferente

La vuelta a la Anunciación, por la noche, es el momento idóneo para seguir el paso de la cofradía. Una buena opción es el tránsito por las calles Cerrejería y Cuna

El Cristo de la Coronación es obra de Agustín Perea en 1687, restaurado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico entre los años 1999 y 2000. Las demás figuras secundarias del primer paso son de Joaquín Bilbao, de 1922. El Señor con la cruz al hombro es talla anónima del XVII, atribuida al círculo de José de Arce. Juan Bautista Petroni esculpió las Santas Mujeres en 1805, y está atribuida a Andrés Rosi la figura de la Verónica, 1815. Juan de Astorga remodeló la Virgen del Valle en 1801, para lo cual se basó en la imagen del XVII. Las manos de la Virgen son de 1909, obra de Ordóñez. La imagen ha sido restaurada en el IAPH en 2006.

De estilo rocalla, dorado e iluminado por cuatro faroles de metal plateado, obra de Seco Velasco, es el primero. Responde a un diseño de Gonzalo Bilbao, con moldurón y espejos en los huecos. Fue dorado y ampliado por Peralta, y enriquecido con cartelas de Vega. Los bordados de los faldones son de 1918. Las potencias del Cristo son de plata dorada.

El segundo es de estilo barroco, dorado e iluminado por cuatro faroles dorados en las esquinas y dos plateados en el centro, realizados por Seco Velasco. Este paso fue adquirido a la Hermandad de Montserrat en 1809. El dorado es de Peralta y la policromía de Rivera. El Señor, que lleva potencias doradas, viste túnica de Teresa del Castillo, de 1881

La orfebrería del palio está trabajada en cobre y metal plateado. Cayetano González labró los respiraderos en 1927. Los varales son del XIX, obra de Mena. La peana es de Ferrer, de 1935. El juego de jarras es obra de Marmolejo y los faroles de entrevarales y la candelería, de Seco Velasco. La miniatura de San Isidoro fue realizada por Marmolejo en plata de ley. El palio es de terciopelo granate, bordado con hojillas de plata en las bambalinas del XVII, que pertenecieron a la Antigua y Siete Dolores. El techo y las caídas internas son de Teresa del Castillo, del XIX, con marfiles de Alonso. El manto es de terciopelo granate también, bordado con hojillas de plata por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1920. Carrasquilla bordó la saya de la Virgen

La Cruz de Guía es una obra del XIX, con faroles de Ferrer. El Simpecado, el Estandarte y los paños de bocinas del paso de Virgen tienen bordados de Rodríguez Ojeda. Teresa del Castillo bordó los restantes paños de bocinas en el XIX. La Bandera Pontificia es de Carrasquilla y las varas de presidencia, de Ferrerr

La Santa Espina sale en andas delante del primer paso. Los tres pasos de esta hermandad son de un valor artístico considerable. Al primero se le conoce popularmente como el de ‘Los espejitos’, por los que luce en el canasto. En el llamador del paso figura San Luis Rey de Francia por ser quien recuperó el culto a la espina. Del segundo destaca la talla del Nazareno, que viste túnica bordada. La Verónica porta cada año un paño distinto, este año ha sido pintado por Pérez Villalta. Del tercero, destacan las caídas del palio, las piezas bordadas más antiguas de la Semana Santa. El paso se completa con un manto de Juan Manuel. El regreso de la cofradía, desde la salida de la Catedral a la Anunciación, supone un verdadero deleite para los sentidos. Es de una belleza extrema

Manuel Salinas ha pintado el paño de la Verónica