Viernes
Día de luto y penitencia
El Viernes Santo es el día en el que se conmemora la muerte de Jesucristo, lo que se refleja en detalles y tradiciones que indican que es una jornada de luto, en la que el recogimiento y la penitencia cobran más protagonismo que en ningún día. Prueba de ello es la disposición de la Iglesia para recomendar la abstinencia absoluta en esta fecha. La sociedad actual prima el sentido festivo del almuerzo, por lo que la privación de este acto constituye un signo evidente de penitencia, a juicio de la Iglesia, que también dispone estos días, por otro lado, el ejercicio de la limosna en favor de alguna institución benéfica.
Banderas a media asta

/Julio Muñoz
No obstante, desde tiempos del cardenal Bueno Monreal existe en Sevilla una dispensa que exime a los fieles de la obligación de no comer este día. La decisión del entonces arzobispo se vio influida porque en esos tiempos asistía poca gente a los oficios del Jueves y el Viernes Santo.Por eso ofreció esta dispensa a los sevillanos, a cambio de la asistencia a la iglesia y de algún acto de caridad. Hay que tener en cuenta que antes del Concilio Vaticano II las iglesias se encontraban con pocos fieles en estos días (en esa época las misas se oficiaban en latín y los retablos de las iglesias se tapaban al completo). La Iglesia considera que la mejor manera de contribuir al luto es participando en las celebraciones litúrgicas. Las instituciones civiles también colaboran en la conmemoración del día. El Ayuntamiento, por ejemplo, iza las banderas a media asta. Los ordenanzas de la corporación provincial suelen bajar las enseñas en la madrugada del Jueves al Viernes y no las vuelven a subir hasta la vigilia pascual, el sábado por la noche. En los palcos de la plaza de San Francisco, los miembros de la presidencia van de luto riguroso, con tonos negros. Durante la celebración de los oficios, los maceros también llevan un vestuario en tonos negros y dejan al pie de la Cruz las mazas enlutadas en el suelo en señal de acatamiento; los concejales, por su parte, visten de chaqué, con la correspondiente corbata negra. Y si son mujeres visten la clásica mantilla.

Las procesiones siguen el espíritu del día. Es una jornada de sentimientos tristes para los creyentes. La mayoría de las cofradías mantienen una línea clásica y austera, incluso los pasos de palio son más sobrios y las marchas musicales suelen ser fúnebres o de melodías no excesivamente alegres.Se ven algunas mantillas, aunque están en desuso este día, y hay menos que en la jornada del jueves. Los hombres suelen vestir traje oscuro con corbata negra. En otros tiempos era costumbre que los hombres se colocaran brazaletes negros y botones del mismo color en la solapa. En algunas entidades privadas también se colocan las banderas a media asta
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