Del año 1693 consta la existencia de la antigua hermandad de la Cruz del Baratillo. En el siglo XVIII tiene sus orígenes la de la Piedad, que no adquiriría carácter de corporación de penitencia hasta el año 1894. La primera salida del paso de misterio ocurrió en 1904, y la del paso de palio en 1926. En 1940 se suprimen las figuras secundarias del misterio y en los años 1945 y 1951 se sustituyen las imágenes titulares

El llamador del segundo paso, con dos ángeles: uno con un capote torero y el otro con una montera. Es obra del taller Marmolejo

Tanto a la salida por la calle Adriano y Pastor y Landero como el regreso por el Postigo. El palio por la Avenida de la Constitución

El Cristo es obra de Luis Ortega Bru, de 1950. Fernández Andes es el autor de la Piedad y de la Caridad, en 1945 y 1931 respectivamente. Miñarro restauró la Caridad en 1999 y le hizo un nuevo cuerpo a la Piedad

El primer paso, de estilo neobarroco, fue realizado por Pérez Calvo y tallado por Fernández del Toro en 1944. Se ilumina por candelabros de guardabrisas y por guardabrisones. Los Ángeles son de Luis Álvarez Duarte. Fue vuelto a dorar por Herrera y Feria. La Virgen de la Piedad posee dos mantos de salida. Uno de Caro y otro de Fernández y Enríquez, de 1998, que también bordaron los broches y el escudo de los faldones. La diadema de plata dorada es de Román Seco, de 1956, al igual que los remates en plata dorada de la cruz.

La orfebrería de los varales del palio es de plata de ley. Las capillas y los varales son de Villarreal, de entre 1966 y 1972. Los candelabros de cola y de entrevarales, del taller de Seco, y las jarras de García Armenta. La candelería es plateada, obra de Viuda de Villarreal. La corona es de plata dorada, labrada por Román Seco en 1960. Esperanza Elena Caro bordó en oro el palio, en 1954, restaurado este año por Santa Bárbara. De Caro también es el manto (1963) sobre terciopelo morado. La saya es de Fernández y Enríquez, así como los broches de los faldones. Luce en el paso una miniatura en plata de la Virgen mexicana de Guadalupe. El llamador pesa 6,760 kilos, está trabajado en plata por Marmolejo y presenta un ángel con montera torera y un capote en recuerdo de la vinculación de la corporación con la plaza de toros

De Seco Velasco es la Cruz de Guía. El Simpecado tiene imaginería de Ortega Bru y bordados de Caro. El estandarte es obra de Carrasquilla. Los paños de bocinas son del taller de Caro. El Guión de la Real Maestranza tiene el asta labrada en plata y está bordado por Sobrinos de Caro. El nuevo banderín fundacional, bordado por Jesús Rosado con asta en plata de ley de Hijos de Juan Fernández

El sudario del paso de misterio recuperó el año pasado los medallones bordados. La Virgen de la Caridad lucen en su pecho la Medalla de la Ciudad. Estampa singular es la de la organización de los tramos en el recinto de la Real Maestranza, pues la capilla de la cofradía, de muy reducidas dimensiones, está junto a la plaza de toros. Del primero destaca, además del grupo escultórico en sí, el trabajo de talla. Del segundo, los bordados en oro del palio y el manto que llevan la firma de Esperanza Elena Caro. Esta cofradía tiene carta de hermandad con la de la Carretería, con la que suele intercambiar representaciones en los respectivos cortejos

Restauración de la bandera votiva, por Mariano Martín Santonja