Antonio Illanes talló la del Señor en el año 1940. Las demás figuras del misterio, así como la Virgen, las realizó el mismo imaginero un año antes, en 1939. La Virgen fue tratada por Cinta Rubio en 2001 de una laguna en la policromía de la mejilla derecha. En 2003 fue restaurada por Juan Manuel Miñarro
El de misterio es de estilo neobarroco. Con canasto y respiraderos dorados, está iluminado por candelabros de guardabrisas. Las cartelas y relieves son del taller de Gavira y la talla es de José Martínez, Antonio Vega y Antonio Martín, fechada en 1950. Los candelabros son de Guzmán Bejarano y el dorado de Antonio Sánchez. El Señor lleva potencias de oro, obra de Hermanos Delgado.
El paso de palio está inspirado en el estilo neogótico. La orfebrería plateada en los respiraderos, candelabros de cola y varales es del taller de Juan Fernández e hijos. Las jarritas, de Manuel de los Ríos. Las jarras y la candelería de viuda de Villarreal. La peana es de plata de los Hermanos Delgado (2010). El templete en plata, de Hermanos Delgado. La Virgen luce una corona de plata de Juan Fernández, que hubo de ser reformada por Villarreal en 1974. El palio, de malla, presenta bordados en plata de Fernández y Enríquez, de 1996, en las bambalinas. Los bordados del techo son de Leopoldo Padilla, de 1947. La saya es de los talleres de Salteras (2002). El manto de la Virgen es liso, de color blanco.
La Paz es una de las hermandades que, por fortuna, ha experimentado un notable crecimiento en los últimos tiempos. Está arraigada más que satisfactoriamente en el barrio del Porvenir y en su extensión de la Huerta de la Salud. Se trata de la primera cofradía que cada año pone la cruz de guía en la calle, aunque, eso sí, no es la primera en cruzar la carrera oficial. Desde 1995 cuenta con un escuadrón a caballo, integrado por un lancero, seis batidores, un timbal, otro jinete con banderín y diecisiete músicos. El paso de la Virgen de la Paz se caracteriza por los tonos blancos que lo convierten en una estampa inconfundible del Domingo de Ramos. El recorrido de ida y vuelta por el Parque es digno de admirarse.